Foto tomada por Juan Pablo Salgado
Los acantilados costeros son ambientes litorales en los cuáles la vida se ha adaptado a las condiciones de pendiente del terreno, la salinidad que proviene del mar y la baja capacidad de infiltración de agua en la tierra. Una gran variedad de plantas y animales tienen su hogar aquí y suelen ser sitios donde las aves marinas anidan, como el piquero (Sula variegata) o el lile (Phalacrocorax gaimardi) que forman colonias en los acantilados. Estos acantilados son sitios donde cada temporada llegan a anidar y, entre el bullicio, la confusión y el poco espacio disponible, algunos polluelos caen de sus nidos y mueren. Por triste que suene, esta es una gran oportunidad para animales como el zorro de conseguir comida fácil. En el Parque Ambiental Acantilados de Quiriluca, situado en la V Región, se puede encontrar una colonia de piqueros anidando en sus acantilados costeros.
Foto de la web www.avesdechile.cl
Esta ave marina fue devorada posiblemente por un zorro, como parecen indicar las fecas sobre ella (foto tomada en Quirilluca por Juan Pablo Salgado)
En la zona norte del país se dan acantilados costeros que se encuentran distanciados del mar. En ellos se encuentra una vegetación xerofítica (adaptada a la escasez de agua), con excepción de los llamados "oasis de niebla" en donde la camanchaca, niebla proveniente del mar, aporta la humedad suficiente para que se sustenten sectores ricos en vegetación como son el Parque Nacional Bosque de Fray Jorge o Alto Patache. El primero posee una porción de bosque similar a la selva valdiviana, con las mismas especies. Alto Patache, en cambio, no es tan húmedo pero presenta un alto nivel de endemismo.
En estos acantilados costeros del norte es posible avistar cóndores, que bajan a la playa para carroñar los cuerpos de mamíferos marinos y pescado.
Respecto a la Flora, muchas especies se encuentran solo en las zonas litorales, incluyendo estos acantilados o zonas adyacentes y muchas poseen espectaculares floraciones de muchos colores y atraen diversos polinizadores que pueden ser tanto insectos como aves. El chagual o puya (Puya sp.) es un buen ejemplo: muchas aves los frecuentan y al beber su néctar quedan con su frente naranja por el polen de esta planta. La Alstroemeria pelegrina es endémica de las costas de la IV y la V Región, y crece tanto en playas pedregosas como en los acantilados. El también endémico quisco Echinopsis chiloensis crece en estos sectores, representado por una variedad costera: E. chiloensis var. litoralis.
Fotos de Juan Pablo Salgado
En el acantilado las plantas tienen el problema de la escasez de agua debido a la pendiente de los acantilados que favorece el escurrimiento del agua en vez de su infiltración en el suelo. Muchas plantas enfrentan este problema con la suculencia, es decir, poseer hojas o tallos carnosos que usan como reservorios de agua. Otras plantas permanecen en dormancia durante la época de escasez hídrica y perviven solo como estructuras subterráneas hasta la llegada de tiempos mejores en la forma de tubérculos, bulbos, etc. Alstroemeria pelegrina adopta esta técnica. Una tercera opción es la de las plantas anuales: germinan, crecen, florecen y mueren solo durante la época favorable, dejando sus semillas en espera de la siguiente temporada.
Nolana sp., Oxalis sp. y cactus, plantas suculentas creciendo en acantilados (foto de Juan Pablo Salgado)
Un tipo de aves muy particular puede verse en estos sectores: los jotes (Familia Cathartidae). Son los buitres del Nuevo Mundo, no emparentados con los clásicos buitres de los documentales que son de África, Asia y España. Son parientes del cóndor (Vultur gryphus) y al igual que este, anidan en acantilados, solo que costeros, en oquedades del mismo. Patrullan las playas y sectores aledaños en búsqueda de cadáveres de los cuales alimentarse. Son relativamente fáciles de ver en estos sectores. Son dos las especies de jotes: el de cabeza negra (Coragyps atratus) y el de cabeza roja (Cathartes aura).
Foto sacada de la web www.avesdechile.cl
Por último quería mencionar los acantilados del sur, que comúnmente llamamos fiordos. Los fiordos son una forma de relieve costero que se generan por la acción de los glaciares. Los glaciares a medida que avanzan erosionan el terreno creando valles en forma de "U" los cuáles al llegar al mar crean los fiordos. Se forman entonces pendientes abruptas sobre el mar que, en el sur de Chile. Suelen estar ocupadas por masas de bosques frondosos, casi inaccesibles para la gente y que, por tanto, conservan mucha riqueza natural. Aún hoy los glaciares llegan al mar en esta zona del país y, cuando hayan desaparecido, dejarán su huella en el relieve.
Fotos de María José Hinojosa