martes, 13 de octubre de 2015

El Quisco (Echinopsis chiloensis o Trichocereus chiloensis)

Foto sacada de www.wikipedia.org

El quisco es un gran cactus columnar endémico de la zona central de Chile. En su zona de distribución destaca siendo el cactus de mayor tamaño, llegando a los 7 metros de alto, tanto en las laderas de exposición norte en los cerros (más secas que las de exposición sur) como en la costa, en acantilados costeros, donde crece la subespecie E. ch. var. litoralis, que tiene las costillas más delgadas y en mayor número.
Este cactus, como todos los de su tipo, almacena agua en sus tallos y desarrolla espinas en vez de hojas para no perder tanta humedad durante la fotosíntesis, que realiza por el tallo verde, y protegerse también de los herbívoros. Aún así, en ocasiones se puede ver que los roedores evaden sus defensas para mordisquear los tallos en busca de humedad en su árido hábitat.

Población de la subespecie costera (foto de Juan Pablo Salgado)

Gran ejemplar creciendo en Parque Nacional La Campana (foto de Catalina Castillo)

Sus flores destacan por su gran tamaño y atraer diversos polinizadores y hormigas que se alimentan de su polen. De dichas flores se genera un fruto dehiscente, es decir, que se abre al madurar dejando expuestas muchísimas semilla envueltas en una pulpa dulce que atrae aves y hormigas que diseminarán las semillas.

Tordos alimentándose de los frutos del quisco (foto de Benito Rosende).

En ocasiones los quiscos se llenan de flores rojas que la gente piensa que pertenecen al cactus. En realidad son las flores de un parásito llamado quintral del quisco (Tristerix aphyllus). Estos parásitos poseen todos sus tejidos dentro del hospedero, con excepción de sus flores y frutos, que comen las aves y que luego, al posarse sobre otro quisco, defecan la semilla lista para germinar.
Algunas especies aprovechan al quisco sin representar un daño para él. El quisco suele ser donde el canastero (Pseudasthenes humicola) hace sus llamativos nidos, aprovechando las espinas para proteger a sus crías de los predadores, y el soldadito (Tropaeolum tricolor), una enredadera nativa, suele trepar por sus espinas en busca de luz.

 
Canastero y soldadito (fotos de la web www.avesdechile.cl y Benito Rosende respectivamente). 

Esta planta incluso nos ha brindado un conocido instrumento musical: el palo de agua, que se elabora a partir del leño que se encuentra en el centro del tallo del cactus. Dicho leño se atraviesa con las espinas del mismo cactus y se llena de semillas de espino (Acacia caven). Al mover o dar vuelta dicho instrumento las semillas chocan con las espinas generando un sonido agradable. Lamentablemente esta práctica puede poner en riesgo las poblaciones de quisco, pues sus crecimientos son muy lentos. Por lo mismo, pueden serse afectados por la extracción de sus tallos por gente que quiere plantarlos en sus casas, o gente que los corta o rompe para ver el "agua" que almacena en su interior.

jueves, 1 de octubre de 2015

Briófitas de Chile

Foto de Juan Pablo Salgado

El año 2014 en el Museo Nacional de Historia Natural de Chile y el 2015 en el Museo de Historia Natural de Valparaíso estuvo la exposición "El pequeño mundo de las plantas briófitas", la revista online Chile Indómito en su ejemplar de agosto de 2015 publicó "Briófitas, pequeños grandes bosques". A quienes hayan trabajado en ello dedico este artículo pues me decidieron a escribirlo después de mucho tiempo.

Las plantas briófitas se pueden clasificar en musgos, hepáticas o antocerotes, cada uno con sus particularidades. Los musgos son los más conocidos pues se pueden encontrar con facilidad en las ciudades. Las plantas hepáticas, llamadas así por su forma que suele ser arriñonada, se dividen en talosas, talosas simples y foliosas. Estas últimas pueden confundirse con musgos. Los antocerotes, por su parte, pueden confundirse con las hepáticas cuándo no poseen los esporofitos. Son llamados también "hierbas con cuernos" por sus esporofitos.

Antocerote (foto de Benito Rosende).

Las briófitas son plantas sumamente primitivas que carecen de sistema vascular, es decir, de floema y xilema que sí poseen plantas mas evolucionadas y que sirven para el transporte de agua y compuestos orgánicos a través del cuerpo de la planta. En cambio, realizan estos procesos intercambiando sus células estas moléculas con las células vecinas. Otras particularidades de estas plantas es que no tienen hojas y raíces verdaderas, si no talos y rizoides respectivamente. 

Es su ciclo vital el que las hace destacar. Para empezar, y al igual que los helechos, no se reproducen por semillas si no que por esporas que salen de estructuras llamadas esporofitos y que en los musgos parecen tallos que salen del musgo con cápsulas en su extremo. Estos "tallos" son en realidad plantas que generan esporas de forma asexual. Estas esporas son dispersadas por el viento y si caen en un lugar propicio crecen y se desarrollan en un gametofito, que son la "parte" verde del musgo y de donde "sale" el esporofito. Los gametofitos generan estructuras masculinas productoras de espermatozoides y femeninas productoras de óvulos. Por medio del agua en el ambiente los espermatozoides llegan al ovulo y lo fecundan dando origen al esporofito que crece directamente sobre el gametofito.

Der: musgo con esporofitos; Izq: hepática con esporofito (fotos de Juan Pablo Salgado y Benito Rosende respectivamente)

Las briófitas son muy importantes en los ecosistemas, particularmente en Chile por su participación en las sucesiones ecológicas. En ecosistemas que fueron arrasados, por ejemplo por lava volcánica (como pasa en el sur del país), los musgos en conjunto con los líquenes son los primeros organismos en asentarse para crecer allí. Con el paso del tiempo sus cuerpos se acumulan hasta que generan una capa de suelo lo suficientemente desarrollada como para que otros tipos de plantas puedan colonizar esos territorios. Esto gracias a su facilidad para crecer en condiciones precarias. En la Antártida, por ejemplo, crecen mas de 150 especies de briófitas, en contraste con solo dos especies de plantas vasculares. Las briófitas absorben el agua y nutrientes necesarios para sobrevivir a través de su superficie, no de sus rizoides, lo que los ayuda a colonizar estas tierras creciendo incluso sobre rocas desnudas o cemento.

Otra importancia ecológica de las briófitas es que participan en la regulación hídrica de los ecosistémas y a estabilizar el suelo. Diferentes animales, sobre todo de menor tamaño, viven sobre ellas. Algunas arañas tejen sus telarañas sobre estas plantas e incluso los picaflores (Sephanoides sephaniodes) usan musgos como material de construcción de sus nidos. Esto último corresponde un tipo particular de disperción de plantas por parte de las aves. Cuándo las aves comen frutos y diseminan semillas a través de sus excrementos, la dispersión es involuntaria, pero en el caso del musgoque el picaflor recoge para la construcción de su nido es totalmente voluntaria.

Se puede apreciar cómo las briófitas fijan el suelo, previniendo la erosión que pueden causar las lluvias (foto de Juan Pablo Salgado).

Marchantia sp. en la Isla Alejandro Selkirk. Cubren extensiones acumulándose y formando un sustrato donde las fardelas (Pterodroma externa) hacen sus madrigueras para anidar , como se puede ver en la foto (foto de Patricio Novoa).

Como se dijo anteriormente, las briófitas absorben el agua y nutrientes a través de su superficie, para lo cuál necesitan estar húmedos. Algunas especies se asocian a cianobacterias para fijar el nitrógeno atmosférico, ayudando así a incorporar este elemento a la red trófica, que es muy importante pues está presente en las moléculas orgánicas.
La humedad pasa a ser una condicionante para estas especies y en los bosques esclerófilos de la zona central de Chile los musgos se han adaptado a los secos meses de verano dejando inactivos sus tejidos, pero en cuánto cae la lluvia absorben agua y empiezan de inmediato el proceso de fotosíntesis. Se puede incluso agregar manualmente un poco de agua sobre estas plantitas y ver el proceso en acción.

El musgo "pon-pón" o "poñpoñ" (Género Sphagnum) son sumamente importantes ya que conforman los bofedales, turberas o "mallines" del sur de Chile: extensiones de tamaño variable con agua anegada donde predomina este musgo, que llega a formar un sustrato donde se asientan y crecen otros vegetales tales como las violetillas de los pantanos (Drosera sp. y Pinguicola sp.), plantas carnívoras nativas de Chile. En estas extensiones de terreno viven diferentes anfibios e invertebrados.

Turbera en Chiloé (foto sacada del siguiente link: http://www.turberas.cl/turberas.html)

El pon-pón es una de los pocas plantas briófitas con nombre propio. Otros ejemplos de estas plantas que gozan de nombre vernacular son el "paragüita del sapo" o "musgo paragüita" (Arbusculohypopterygium arbuscula o Hypopterygium arbuscula) que llama la atención por su forma similar a un paraguas. El "musgo pinito" (Dendroligotrichum dendroides) es otro ejemplo y recibe este nombre por su parecido con un pequeño pino. Es, de hecho, el musgo de mayor tamaño en Chile llegando hasta los 50 cm de altura, creciendo en el sotobosque y formando sus propios bosques en miniatura.

Paragüita del sapo y musgo pinito (fotos sacadas del siguiente link: http://www.musgosdechile.cl/arbusculohypopterygium.html y www.chilebosque.cl respectivamente).

Como es de esperarse, aquellas pteridófitas utilizadas por el ser humano reciben también nombre propio: el pon-pón es extraído para la venta como sustrato para plantas de maseta, con lo que una extracción racional de esta planta es importante tomando en cuenta que es ella principalmente la que crea bofedales enteros en su zona de distribución.
La "lana del pobre" (Rigodium implexum) se usaba antaño para rellenar cojines y colchones gracias a su forma. Lo curioso de esta especie es que no está fija al suelo, con lo que se puede llegar y tomar desde el suelo  en los bosques donde crece.
Los pueblos indígenas a lo largo y ancho del mundo han usado las diferentes especies de su medio con variados propósitos. En Chile los mapuches, por ejemplo, usan el oñoquintúe Funaria hygrometrica ("que hace volver la mirada" en mapudungun) para la elaboración de filtros amorosos, o el paillahue Marchantia polymorpha ("quedarse tendido" en mapudungun), hepática usada para doblegar la voluntad de la persona que se desee.
Podemos notar que el nombre en mapudungun está relacionado con el uso. Pinda-poñpoñ (Weymouthia mollis) es llamada así por ser una de las especies de musgo que los picaflores recolectan para sus nidos ("pinda" = picaflor en mapudungun).

Lana del pobre (foto de Juan Pablo Salgado).

En la Isla Navarino, Región de Magallanes y la Antártica Chilena, se encuentra el Parque Etnobotánico Omora, dentro de la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos. En este lugar se desarrollan diversas investigaciones científicas así como el llamado "turismo con lupa" en el cuál se da a conocer a los visitantes el mundo en miniatura de las briófitas. Gracias a los estudios y actividades desarrolladas en el parque se ha determinado que el Cabo de Hornos es un hotspot de biodiversidad de briófitas y líquenes, es decir, es un sitio que presenta una abundantísima variedad de especies de este tipo que , además, se encuentran amenazadas.

Aprovecho de colocar aquí el link para visualizar en formato pdf el libro "Briófitas de los bosques templados de Chile" que publicó CORMA:


Y también de dejarles el siguiente link de la página Musgos de Chile, muy recomendada

jueves, 6 de agosto de 2015

Geófitas de Chile



Fotos de Juan Pablo Salgado (las tres primeras) y Benito Rosende (las tres últimas).

Geófita se refiere a las plantas que poseen estructuras subterráneas tales como bulbos, rizomas, tubérculos, raíces engrosadas, etc y que se valen de estas para sobrevivir en las épocas desfavorables. Cuándo las condiciones ambientales se vuelven adversas, la parte aérea (lo que sobresale del suelo) de las plantas geófitas se seca y sobreviven bajo tierra en espera a que las condiciones se vuelvan mas benignas. Esto puede verse bien en hábitats donde las diferencias en las condiciones ambientales sean bien marcadas en uno u otro momento del año. En Chile muchas geófitas son endémicas y monocotiledóneas, que son el grupo de plantas que incluye a los pastos.

Macaya (Placea arzae) en las bolsas posee bulbos, mientras que las Conanthera sp. posee cormos. La extracción de geófitas de su hábitat natural es una práctica dañina para estas especies, sin embargo, los ejemplares de la foto fueron colectados de un cerro en Lo Barnechea, Santiago, en un terreno donde se construiría arriba una casa, es decir, las plantas habrían muerto en las remociones y extracción de tierra, o bajo el concreto. (Foto de Juan Pablo Salgado).

Estas condiciones se dan, por ejemplo, en los Andes de la zona central de Chile donde podemos encontrar diferentes geófitas. Aquí es en verano donde crecen y en invierno cuándo perviven bajo tierra. El Sol de verano derrite las nieves y aumenta los causes de las aguas lo que permite el crecimiento de las plantas, en invierno las nevadas impiden el desarrollo de estas especies. Así, durante el período de tiempo que tienen disponible para desarrollarse florecen, llamando a cientos de polinizadores que abundan mientras pueden. Una de las plantas mas amenazadas de Chile es una geófitas de los Andes de la Zona Central. Se trata de Tecophilaea cyanocrocus llamado comúnmente como azulillo, aunque no debe confundirse con Pasithea coerulea, otra geófita que recibe el mismo nombre común. Esta especie por poco se extingue en su hábitat natural producto de la extracción desmesurada de cormos para ser vendidos por la belleza de sus flores, así como el sobrepastoreo del ganado en los sectores donde crecía.

Tecophilaea cyanocrocus (foto tomada del siguiente link: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-66432002000200004)

En la zona central también posee un sector de clima tipo mediterráneo caracterizado por veranos calurosos y secos e inviernos lluviosos. En esta zona crece el matorral y bosque esclerófilo que destaca por su alto grado de endemismos tanto a nivel de flora como de fauna. Es durante el invierno que las lluvias activan el crecimiento de las plantas que asoman sus hojas, durante la primavera florecen y a fines de primavera e inicios del verano dan las semillas, para secarse luego en verano frente a la escasez hídrica. Algunas de estas especies son  la macaya (Placea arzae) o la flor de gallo (Alstroemeria ligtu), ambas endémicas. La flor de gallo pertenece a la Familia Alstroemeriaceae, que cuenta con muchas conspicuas y geófitas especies en territorio nacional. Bajo los árboles del bosque  crecen algunas de estas plantas en las laderas de exposición sur, mientras que otras especies prefieren las laderas mas asoleadas de exposición norte, entre los matorrales.

Rhodophiala advena, esta geófita del bosque esclerofilo, a diferencia de la mayoría, florece en pleno verano (foto de Benito Rosende)

Las Orquídeas son otra Familia bien representada en Chile,en donde todas las especies son geófitas, en cambió en otros países las hay epífitas. Una gran cantidad de estas especies son endémicas de Chile, se encuentran esporádicamente híbridos entre especies diferentes y algunas orquídeas son reclasificadas y otras complicaciones taxonómicas haciendo de su clasificación un tema complicado.

 
Izq: Gavilea longibracteata; Der: Chloraea sp. (fotos de Juan Pablo Salgado)

 Una pequeña abejita nativa (Colletes seminitidus) sale de una oquídea (Bipinnula plumosa) con una "mochila" de pólen adosada a su espalda llamado "saco polínico" (foto de Juan Pablo Salgado)

Para finalizar el tema, quisiera hablarles acerca de un espectáculo natural que se da en nuestro país, en el desierto más árido del mundo. Me refiero al "desierto florido", fenómeno que ocurre durante el fenómeno de El Niño, evento climático en el cuál en anticiclón del pacífico ubicado frente a las costas de la IV y III Regiones se desplaza lo que favorece la evaporación de masas de agua marina que se traducen en lluvias. Estas lluvias sacan de su letargo una infinidad de geófitas, la gran mayoría de carácter endémico y cuyo crecimiento desencadena una explosión de vida al ver los insectos y sus predadores una mejora en las inhóspitas condiciones del desierto. Todo esto atrae diferentes visitantes: turistas, fotógrafos, etc que vienen por la maravilla escénica y que contribuyen con ingresos para las comunidades locales. Un lugar donde poder apreciar este fenómeno es en el Parque Nacional Llanos del Challe.

Lamentablemente aquí también llegan personas inescrupulosas que cortan flores o extraen bulbos ¡Incluso recolectan algunos de los insectos de desierto florido! Estas prácticas han puesto en riesgo la sobrevivencia de la garra de león (Bomarea ovallei) o las vaquitas del desierto (Familia Tenebrionidae), insectos con un ciclo de vida asociado al desierto florido.
Protejamos nuestro patrimonio natural, para gozar de un medio ambiente sano y completo, dejando las belleza de las geófitas para las generaciones venideras.

Garra de león (foto de Andrea Ugarte).

viernes, 22 de mayo de 2015

La tortuga negra o Honu (Chelonia mydas)

Tortuga negra (foto sacada del siguiente link:http://www.republicadearica.cl/?p=7712)

En Chile las tortugas marinas suelen ser visitantes raros, quizá disuadidos por las frías aguas de la corriente de Humboldt. Diferentes especies se han avistado, como la tortuga laúd.
La especie Chelonia mydas, llamada en otros países tortuga verde, es conocida con dos nombres diferentes en territorio nacional: tortuga negra en Chile continental y honu en Rapa Nui.

La subespecie continental es Chelonia mydas agassizii, en ocaciones considerada una especie propiamente tal: Ch. agassizii. Suele encontrarse en la zona norte del país. Habita desde Norteamérica hasta el norte de Chile. La mayoría viene a Chile desde Perú aunque en lugares puntuales pueden verse todo el año, como en Mejillones y Antofagasta, siempre asociados a la costa, en lugares ricos en algas o pastos marinos, que componen la mayoría de su dieta. En períodos de El Niño, llegan tan al sur como Tierra del Fuego, motivadas por las corrientes de aguas cálidas que pueden llegar hasta esas latitudes.
Esta especie ocasionalmente come peces y medusas, pero el grueso de su dieta lo componen algas y pastos marinos. En Chile crecen praderas submarinas de Heterozostera chilensis (a veces llamada Zostera chilensis) en unas pocas localidades en el Norte, que proveen de alimento a estos reptiles.
Protegidas por Ley en territorio nacional, su existencia en nuestro país se ve amenazada por la destrucción de sus sitios de alimentación y, curiosamente, el ataque por parte de lobos marinos.

Honu (Chelonia mydas japonica) es la otra tortuga verde de nuestro territorio. Es posible verla en Rapa Nui (donde recibe ese nombre), sobre todo en Hanga Roa. Existe una colonia residente de honu en Isla de Pascua, y es posible verlas entre los botes de los pescadores, donde van a dormir por las tardes*.

Honu (foto sacada del siguiente link: http://www.portalrapanui.cl/rapanui/buceo.htm)

En todo el mundo las diferentes especies de tortugas marinas se encuentran amenazadas por la pesca incidental y la destrucción de sus sitios de anidamiento y alimentación. En Chile existe una ONG que busca fomentar la conservación y el estudio de estos singulares reptiles llamada "Qarapara, Tortugas Marinas Chile", quienes trabajan también con las comunidades aledañas a sus sitios de estudio y trabajo.

*Según la información de otras fuentes que consulté, las honu son visitantes ocacionales de la Isla, la información respecto a la mencionada colonia residente la obtuve del libro "Chile Submarino" de Eduardo Sorensen.

sábado, 25 de abril de 2015

La Mosca antártica (Parochlus steinenii)

Poco conocida por el común de los chilenos es la entomofauna, es decir, los insectos. Estos son el grupo animal más numeroso y diverso y han llegado a colonizar una increíble variedad de nichos. Han llegado  incluso a la Antártida. Tal es el caso de la mosca antártica, desconocido insecto que vive en lagos y ríos en en la Península Antártica y las Islas Shetland del Sur, por ejemplo, entre otros lugares del continente e incluso Tierra del fuego. Esta especie posee una habilidad notable para la especiación pues cuenta con diferentes subespecies, propias de cada lugar aislado donde habita.
 
Las larvas son acuáticas y viven en los sedimentos en el fondo de cuerpos de agua. Los adultos en cambio son alados que viven cerca de los cuerpos de agua, formando enjambres cuándo los vientos no son suaves. Cuándo los vientos se hacen muy fuertes las moscas antárticas se agrupan en las rocas en grupos de a cientos, tanto sobre como bajo estas.
 


lunes, 13 de abril de 2015

El litoral chileno: playas de arena

Playa El Canelo (foto de Benito Rosende)

Por mucho las playas más concurridas de nuestro país por los veraneantes son las playas de arena. Cómo una colonia de lobos marinos, nos gustan estos lugares para hacer vida social, exhibirse, divertirse, descansar, etc. A pesar de visitar estas playas, no es mucha la gente que se interesa mayormente por las formas de vida que aquí habitan, y de las que les hablaré a continuación:

Las playas de arena se organizan de tal manera que encontramos especies afines a la zona intermareal, la zona que no está sumergida y las arenas que se encuentran bajo el agua permanentemente.
Partamos por lo que mas conocemos, que es donde solemos pasar mas tiempo cuándo visitamos estos lugares: la zona no sumergida.

Estos hábitats obtienen la arena de la erosión de las rocas en las costas por la continua acción del oleaje o la meteorización de las rocas por haloclastia, que es cuándo en los poros y fisuras de las rocas entra agua salada que, al evaporarse, forma cristales de sal que se agrandan y fragmentan la roca.
Gran parte de la arena, sin embargo, es un aporte que hacen los cursos de agua al llegar al mar. Transportan hasta las playas sedimentos y arena que viene incluso desde la Cordillera de los Andes. Pero este proceso se ha visto interrumpido por las represas que frenan el transporte de arenas hasta las playas. Esto podría traer efectos adversos al verse disminuidas con el paso del tiempo las playas de arena, lo cuál sería muy grave ya que son llamadas playas "disipativas" porque  frenan la acción erosiva de las olas: al ser planas o con poca pendiente las olas deben recorrer varios metros antes de reventar, con lo cuál pierden su fuerza.
Estas condiciones de salinidad y de sustrato arenoso dificultan a muchas plantas establecerse en este hábitat. Las que lo hacen deben ser especialistas y tener diferentes adaptaciones.

(foto de Juan Pablo Salgado)

Es aquí donde se puede ver una gran variedad de aves marinas que caminan permanentemente sobre la arena en busca de alimento. Las diversas especies de aves suelen especializarse en un tipo de presa evitando así la competencia con miembros de otras especies, es por ello que buscan en lugares diferentes su alimento o tienen longitudes diferentes de pico. También ocurre que especies que consumen las mismas presas suelen preferir habitats distintos. El pilpilén (Haematopus palliatus), por ejemplo, prefiere las playas arenosas mientras que el pilpilén negro (Haematopus ater) prefiere islotes y promontorios rocosos. El pilpilén es un ave que anida en la arena misma y sus huevos poseen el color de esta, con manchas negras. Cuida en pareja a su prole.

Izq: pareja de pilpilénes; Der: nido de pilpilén (fotos de Juan Pablo Salgado y Benito Rosende respectivamente)

Pueden verse bandadas descansando en ocasiones de varios ejemplares de gaviota dominicana (Larus dominicanus) que a veces hasta cogen moluscos bivalvos y vuelan para dejarlos caer y repetir este proceso hasta que la concha de sus presas se rompe o se abre y poder comérselas.
En estos lugares podemos ver también zarapitos , pitotoy (Tringa sp.), playeros (Calidris sp.) por nombrar algunos ejemplos.


Una muestra de las aves playeras (Fotos de Benito Rosende). En la foto superior izquierda se ve un queltehue (Vanellus chilensis), visitante inusual de la costa.


Estas aves se alimentan de los invertebrados de la zona intermareal: gusanos, crustáceos, moluscos, etc. Uno de los crustáceos que apetecen son las pulguitas de mar saltarinas, que cumplen una importante función en su ecosistema pues se alimentan de las algas que las olas dejan en la orilla de la playa, a igual que las larvas de diferentes especies de moscas que pueden verse sobre las mismas. Cuándo estos animales escasean en las playas de arena ocurre que las algas se empiezan a acumular en las playas y se pudren, generando un olor desagradable y muy fuerte.

Emerita analoga enterrándose (foto sacaca de www.wikipedia.org).

"Pulguita de mar" es un término para referirse no solo a los crustáceos que limpian la playa de algas varadas, también se le llama así a Emerita analoga, un crustáceo que vive en la zona intermareal a lo largo de gran parte de la costa Oeste del continente americano, alimentándose por filtración. Es de, hecho, muy común y fácil de observar. Es también presa de aves costeras como los pilpilenes.

En la zona intermareal, bajo el agua, es posible encontrar moluscos como las machas (Mesodesma donacium), las navajas (Ensis macha) o las navajuelas (Tagelus dombeii). Estos bivalvos se esconden bajo la arena y constituyen una fuente de ingresos económico para diferentes comunidades a lo largo de las costas nacionales. Las conchas de estos invertebrados a menudo se pueden encontrar en la orilla, junto con la de diversas especies de caracoles. Los dueños de estas "casas móviles" viven bajo el agua. Los caracoles con caparazones cónicas son carroñeros y se encargan de eliminar los restos de animales muertos en el fondo marinos.
Algunas de esas conchas sirven de protección no a sus dueños originales, si no a los cangrejos ermitaños, crustáceos que buscan conchas de caracol donde vivir. A medida que estos animales crecen deben cambiar de concha

Tanto en la zona intermareal como en aquella que está permanentemente sumergida vive la "meiofauna": pequeñísimos organismos de menos de 1mm de longitud que viven entre los granos de arena. La meiofauna se compone de una gran diversidad de seres vivos que incluyen protozoos, osos de agua, nemátodos, copépodos e incluso ácaros que, a diferencia de muchos otros componentes de la meiofauna, primero habitaron en tierra y después evolucionaron para vivir en este entorno.
Cumplen una función importante al ser el equivalente a los detritívoros del suelo en ecosistemas terrestres y alimentarse de los detritos que quedan en la arena: carroña, excrementos, etc manteniendo la sanidad del ecosistema así como el ciclado de los nutrientes.
Pero a esta escala no solo hay hay detritívoros, también hay pequeños herbívoros alimentándose de algas unicelulares, y predadores miniatura que se alimentan de ellos a su vez.

Nemátodo de la playa "la elefantera", en la isla Rey Jorge, en la Antártida chilena (foto sacada del siguiente link: http://www.inach.cl/2013/la-meiofauna-de-las-playas-antarticas/)

Sin duda las playas de arena o "disipativas" en nuestro país son excelentes lugares para vacacionar, pero no podemos pasar por alto el enorme valor ecológico que tienen, y los servicios ecosistémicos que nos entregan. Los invito entonces a ver con un nuevo enfoque estos lugares, llenos de maravillas naturales.

miércoles, 18 de marzo de 2015

El Nehe-nehe Elaphoglossum skottsbergii

Es un helecho endémico de Rapa Nui, es decir, exclusivo de esta isla. Al igual que otros helechos, es llamado por los nativos "nehe-nehe", pero a diferencia de estos, sus frondas (hojas en los helechos) no están divididas, si no que son enteras y planas y alcanzan los 30 cm, mientras que sus frondas fértiles llegan a 40 cm.
Se encuentra en Peligro Crítico de Extinción ya que solo quedan 5 ejemplares creciendo en estado silvestre en la quebrada Ava Ranga Uka, donde es encuentra el único cause de agua de la isla. Estando en dicho lugar, estos últimos ejemplares silvestres son muy vulnerables al pastoreo del ganado, incendios o cualquier otra perturbación antrópica. Sumado a eso, se piensa que los últimos ejemplares puedan ser estériles.
Urgen entonces medidas de conservación sobre esta especie.